Gracias y felicidades por tu blog. Gracias por esos minutos de mar. Te aseguro que no hay demasiadas cosas tan mágicas para mi como el mar. Recurriré a esos minutos que me regalas, por que así lo siento, que me los regalas, cuando necesite sumergirme en el, y sentir como el agua salada y la espuma me acarician el cuerpo y los sentidos.
Gracias Rosa por tu comentario. La felicidad es para mí saber que disfrutarás mis minutos de mar siempre que quieras (y tengas una ordenador con internet cerca), que lo tendrás siempre disponible. Me hace bien poder compartir cosas buenas y acercarlas a quien puede apreciarlas.
El infierno de los vivos no es algo que será, hay uno, es aquel que ya existe aquí, el infierno que habitamos todos los días, que formamos estando juntos. Dos maneras hay de no sufrirlo. La primera es fácil para muchos: aceptar el infierno y volverse parte de él hasta el punto de no verlo más. La segunda es riesgosa y exige atención y aprendizaje contínuos: buscar y saber reconocer quién y qué, en medio del infierno, no es infierno, y hacerlo durar, y darle espacio.
Palabras de Marco Polo a Kublai Kan, escritas por Italo Calvino en Las ciudades invisibles.
// Marina Pérez Muraro // Blog actualizado: cuentogotas // Librogs: Fábulas sensuales - Los cuentos de Matías - Tuc - La vie standing there - Zona crepuscular - Sirenas - El tercero //
2 comentarios:
Gracias y felicidades por tu blog. Gracias por esos minutos de mar. Te aseguro que no hay demasiadas cosas tan mágicas para mi como el mar. Recurriré a esos minutos que me regalas, por que así lo siento, que me los regalas, cuando necesite sumergirme en el, y sentir como el agua salada y la espuma me acarician el cuerpo y los sentidos.
Gracias Rosa por tu comentario. La felicidad es para mí saber que disfrutarás mis minutos de mar siempre que quieras (y tengas una ordenador con internet cerca), que lo tendrás siempre disponible. Me hace bien poder compartir cosas buenas y acercarlas a quien puede apreciarlas.
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