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Los Reyes Vagos

Hoy a la tarde estaba en el jardín, recostada en la hamaca paraguaya, y Manuel quiso venir conmigo. Cuando logramos acomodarnos los dos en la hamaca le dije que estábamos "como reyes", y Manuel dijo que estábamos "como reyes vagos", o sea los reyes de la vagancia. Pero nos imaginamos a los Reyes Vagos, que vendrían a ser como los Reyes Magos, sólo que los regalos que reparten estarían encaminados a fomentar la fiaca... "¿Qué le vas a pedir a los Reyes Vagos?" se preguntó Rubén, y se contestó: "Dos hamacas paraguayas y cuatro árboles".

Fotografía: Rubén Botas

¡Viva la indiferencia!

Cerca de nuestra casa hay una casa con un jardín más o menos grande que da a la calle donde vive un perro. Resulta que pasamos por ahí muy seguido, yendo o viniendo, y por lo general vamos por la vereda del perro porque enfrente hay un terreno donde estacionan coches por donde no resulta cómodo caminar. Al principio, es decir desde que nos mudamos hasta este año, el perro siempre nos ladraba con gusto y ganas, sonoramente, acercándose a la verja y mirándonos intimidatoriamente, es decir: como todo un guardián. Este verano descubrimos que ya no nos ladra más. Con Manuel propusimos varias hipótesis: ya nos nos ladra porque se acostumbró a nosotros, porque se quedó sin cuerdas vocales, porque se jubiló, porque no nos considera importantes... en todo caso, le dije un dia a Manuel, no sólo no nos ladra, sino que nos mata con la indiferencia, porque cuando pasamos ni nos mira, como si no existiéramos. Manuel nunca había oído esa expresión así que le expliqué qué quiere decir, y le pareció muy divertido. Lo escuché usarla varias veces, pero hoy hizo la aplicación más original:

Resulta que otra especie animal con la que convivimos muy a nuestro pesar son las moscas. Hay muchas, omnipresentes, y son francamente una tortura, porque no sólo revolotean sobre la comida, como toda mosca, sino que se pegan a nuestro cuerpo en todo momento, incluso cuando queremos dormir la siesta, y nos despiertan (por lo general de noche y en las habitaciones no joden, pero antes de ayer sí que me despertó una al amanecer, y me puso de los nervios) Un viejo chiste de mi hogar de origen (creí que lo había dicho mi hermano, pero parece que lo dijo mi madre) es que la mosca es Dios, porque vemos una sola y por más que la matemos siempre hay una, es decir: es la misma, que resucita una y otra vez. Esto se aplica en nuestra casa, pero se ve que acá son politeístas, porque siempre son muchas pero por más que las matemos siempre sigue habiendo la misma cantidad (habitualmente entre más de tres y menos de diez, más o menos). Muchas veces nos dedicamos una parte del día a matar moscas con una palmeta, porque el aerosol no parece dar con ellas. Confieso que han despertado mi crueldad, me gustaría no sólo que mueran sino también que sufran un poco antes de morir por todo lo que molestan, pero puestos a elegir prefiero la efectividad antes que la crueldad, es decir prefiero el aplastamiento por la palmeta que el envenenamiento por aerosol.

Aquí viene el comentario de Manuel: hoy a la mañana estábamos en una de nuestras sesiones de asesinato de moscas, y Manuel con la palmeta en la mano me dijo: "¡las mato SIN indiferencia!".

Jimmy Liao


En los mismos días del viento norte leí también otro libro maravilloso: Desencuentros, de Jimmy Liao. Es una historia contada con ilustraciones, cada página es una doble ilustrada a todo color, y tiene muy pocas palabras, una o dos frases, a veces ninguna. Esto haría pensar que es un libro para niños, pero las emociones que narra y la complejidad con que las representa, tanto en las ilustraciones como en las pocas palabras que utiliza, para mí son para adultos. Es muy poético y subyugante, y me quedé con ganas de comprármelo (éste también lo leí prestado de la biblioteca). Además su autor cita a Wislawa Szymborska, una de mis poetisas preferidas.


Ahora, buscando más sobre el libro y el autor, me acabo de dar cuenta de que otro libro que me fascinó tiempo atrás en una librería (pero no compré porque compro lo menos posible) es del mismo autor. Se llama El sonido de los colores y en la página de la editorial se puede leer completo, con esa sensación de dar vuelta las páginas que es tan agradable; y también muchos más... sinceramente les recomiendo un paseo por la web de Barbara Fiore Editora.

Cómo mata el viento norte

Leí una novela que me gustó mucho y tenía ganas de hablar de ella. Se llama Contra el viento del norte (Gut gegen Nordwind) y su autor es Daniel Glattauer. Le encuentro varias virtudes:

Se lee rápido. En esta vida moderna, tan ajetreada, se agradece terminar una novela tan pronto. La trama atrapa, pero además se lee rápido porque tiene muchos blancos (buena parte de la novela son diálogos escritos, lo que hace que tengan todavía más blancos que un diálogo normal).

Es cautivante. Muy cautivante. La prueba de esto soy yo misma: esta novela llegó a mí porque en la Biblioteca del pueblo encontré un folleto de la editorial con el primer capítulo. Es algo que ya vi otras veces: las editoriales reparten extractos del primer capítulo de sus novedades para promocionarlas. Ya leí varios primeros capítulos pero ninguno me cautivó tanto como éste, me quedé desesperada por leer el resto, así que pedí el libro en la Biblioteca. Estaba prestado, lo reservé, me avisaron cuando quedó libre, lo fui a buscar inmediatamente y me enfrasqué en su lectura. Me llamó la atención que desde la solapa se anunciara ya la continuación de esta novela, pero cuando llegué al final entendí por qué, porque me quedé recontra enganchada deseando la continuación, es más, al día siguiente (la terminé tarde en la noche) entré en el sitio web de la editorial para averiguar si su continuación ya estaba publicada o no y me suscribí al boletín de novedades para estar al tanto de cuando saliera. Cuando leo libros de la Biblioteca que me gustan mucho, después de terminarlos y antes de devolverlos suelo releer partes que leí demasiado deprisa; en el caso de esta novela, entre una cosa y otra terminé leyéndola toda de nuevo pero en desorden (y se disfruta igual).

No puede ser llevada al cine. Es decir: por supuesto que si llega a convertirse en gran éxito de ventas, como todo parece anunciar, Dios Hollywood bien puede hacer una adaptación, eso no lo dudo, pero cualquier intento de contar esta novela con imágenes socava profundamente los fundamentos de su construcción y la convierte en otra cosa. ¿Por qué me gusta tanto que no pueda ser llevada al cine? No sé bien por qué... En general no me gustan las adaptaciones cinematográficas de obras literarias, aunque reconozco que cada tanto hay alguna película que tiene su origen en una obra literaria que está francamente buena, pero desde mi punto de vista es muy cada tanto.* Y me gusta mucho que en la era de la imagen haya algo que no pueda ser deglutido por lo visual, algo que por su misma esencia es sólo idea, palabras, imágenes mentales pero no ópticas. Por último, cada vez que escucho a mis compañeras de trabajo diciendo que fueron a ver por ejemplo El retrato de Dorian Gray y no tienen la más puta idea del libro que inspiró la película, me corre una especie de escalofrío...

Volviendo al viento del norte: todas las virtudes que le encuentro derivan de lo mismo, la esencia de su construcción: ¡está toda escrita con correos electrónicos! Una idea simple como el huevo de Colón, ¿verdad? Al leerla transmite una sensación de sencillez, de que a cualquiera se le podría haber ocurrido antes... sencillez que, sospecho, esconde el cuidado extremo que debe de haber puesto el autor al escribirla.

Es decir, es una novela epistolar pero sus cartas son correos electrónicos, cosa que me cae muy en gracia porque años atrás (demasiados años) yo me había planteado escribir una novela epistolar "moderna", que además de cartas incluyera todas las demás formas de intercambio postal a los que recurríamos entonces mis amigos y yo (cartas, postales, cassettes, dibujos, cualquier cosa que pudiera meterse en un sobre y despacharse por correo, telegramas, faxes e incluso llamadas telefónicas).** Nunca pasé de la idea, y mientras tanto el mundo cambió, apareció internet, el correo electrónico, los móviles a diestra y siniestra, en muchos aspectos cambiaron las formas de las relaciones humanas; cambió tanto todo, que la novela epistolar moderna es ésta de Glattauer.


Y la cancion de Charly no tiene nada que ver con la novela, pero como la cité en el título de la entrada y es una de mis favoritas, la comparto con ustedes:



* Postscriptum: Estuve injusta con el cine. Hay grandes películas inspiradas en obras literarias y me gustan muchísimo, lo que pasa es que las pienso en sí mismas, como películas, y no en relación con la obra literaria de donde surgió su inspiración. Por ejemplo, me gusta mucho más (lo reconozco sin vergüenza) y marcó mucho más mi vida Blade Runner que ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? de Philip K. Dick; cuando pienso en Blow up me parece puramente anecdótico que esté basado en "Las babas del diablo" de Julio Cortázar, y he visto 4 veces o más Jules et Jim pero jamás leí la novela de Henri-Pierre Roché en la que está basada (aunque imagino que la leería con gusto si la tuviera a mano). Y hay más ejemplos, estos son los primeros tres que se me ocurren... tal vez el problema sea el pensar las películas como "adaptaciones" de literatura, por un lado, y por el otro el esperar de las películas algo semejante a lo que pueden producir los libros.

** Ya conté en La casa del lago mi amor por el correo ordinario; con esta novela me reconcilio con el correo electrónico: ¡también se puede hacer literatura con él!

La vida de las acciones


Volví a ver Jules et Jim de François Truffaut, y esta vez sí me acordaba bien del final, pero no de otras partes de la película. Eso, más el momento de transición digamos hormonal que estoy viviendo, me hizo volver a pensar algo que ya había pensado hace muchos años. Me cito a mí misma:

Tengo ganas de ir al cine. Hay un ciclo de Truffaut en la Lugones. Pero es domingo, hay sol: mejor voy en la semana, hoy me voy a pasear. Vero se va en una semana, quiero comprar regalitos para que se lleve a Barcelona. Almuerzo en lo de mis viejos y cuando salgo de su casa voy al Parque Centenario. Está lleno de gente: los que venden en la feria, los que compran en la feria, los que miran sin comprar, los que toman sol, los que juegan en el pasto, los que tocan música, los que escuchan a los que tocan música, los que se sientan en ronda en el pasto a charlar. Visto así, de golpe, en una visión de conjunto, me parece ver un cuadro que conozco de memoria, sólo que años atrás yo formaba parte de él y ahora no. Para colmo los que tocan están cantando "Era en abril". Me digo que no es bueno volver al lugar donde uno iba diez años atrás porque lo único que se siente es que pasaron diez años. Compro los regalos que quería y salgo huyendo.

Pero no es eso. El problema es que yo creía que ciertas acciones (estar, un domingo a la tarde, en el parque Centenario, charlar con los amigos en el pasto, escuchar "Era en abril") habían desaparecido, simplemente porque yo no las hacía mas. Pero así como antes de mí otros las hicieron y dejaron de hacerlas, así como yo las hice y dejé de hacerlas, así vinieron otros que las están haciendo y dejarán de hacerlas. Lo que cambia son las personas, pero las acciones permanecen, fijas, inmutables. Ellas duran en el tiempo, mientras los cuerpos que las están llevando a cabo van cediendo su lugar a los siguientes.


de "Memorias", Tuc. No me parece bueno el cuento, al menos no conseguí lo que me propuse al escribirlo, pero esta idea me sigue gustando mucho.


Obviamente las acciones no son eternas, por ejemplo la acción "ir al cine" no pudo haber sido vivida por nadie antes de la invención del cinematógrafo (una digresión: algo que aprendí en el Museu del Cinema de Girona: los hermanos Lumière inventaron el cine, pero sólo lo utilizaron documentalmente. Fue Georges Meliès quien lo usó para el delirio fantástico, para crear historias sorprendentes. Resulta que cuando Meliès le dijo a Lumière que quería comprar su invento, Lumière le contestó algo así como: "jovencito, mi invento no tiene ninguna aplicación, salvo para alguna rama de la ciencia, pero comercialmente no tiene futuro". ¡Suerte que apareció Meliès!)


Las acciones no son eternas, nacen y mueren, pero tienen una existencia más larga que las personas que las encarnamos en un momento dado. Son independientes de nosotros, existen en el universo como existen las bacterias y las amebas, como existieron los dinosaurios, como convivieron al mismo tiempo el Hombre de Neanderthal y el Homo Sapiens, siendo dos especies diferentes, hasta que el Hombre de Neanderthal se extinguió y el Homo Sapiens no (esto lo aprendí la semana pasada cuando visitamos el Parc de les Coves Prehistòriques de Serinyà). Y tengo la impresión de que esta idea se podría desarrollar mucho más profunda, poética y filosóficamente pero de momento dejo acá hasta que pueda retomarla.

Aforismos trasnochados

Nacimos, estamos vivos, moriremos; antes y después nada recordamos: percibimos linealidad. Sin embargo, tal como si estuviéramos perdidos en un desierto, sin advertirlo erramos circularmente.

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El mundo empeoró y yo envejecí, y las dos cosas ocurrieron al mismo tiempo.

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Solución falsa

Bueno, parece ser que no era cosa de pluguines, al menos no de ése... qué sé yo... no tengo ni la más puta idea de cuál es el problema, por lo tanto tampoco sé cómo solucionarlo.

Solución al problema de mis videos

Parece ser que la cuestión era el tener o no tener instalado un pluguin de Adobe Flash Player que permite ver todos los videos, al menos esto me han dicho mis informantes. Oseasé que no haría falta que rehaga todo lo que ya tengo hecho, ¡qué suerte!

Para los que no pueden ver los videos que subí directamente a través del Blogger, les dejo el enlace al sitio desde donde descargar el bendito pluguin.

Éste sirve para numerosos sistemas operativos y navegadores (son los más comunes y muuchos, por eso no los detallo todos):

http://get.adobe.com/es/flashplayer/

pero para quienes tienen otro sistema operativo y/o navegador, puede que les venga mejor éste:

http://get.adobe.com/es/flashplayer/otherversions/


Porsi lasmoscas: no tengo nada que ver con Adobe, simplemente quiero que todos puedan ver sin problemas mis entradas tal como yo las concebí.

Agradezco comentarios sobre el tema si surgen más problemas, así veo cómo solucionarlos. ¡Gracias!

Problemas con los videos

En estos días me desayuné con que los videos que subí directamente a través del editor de entradas del Blogger no pueden verse en algunas computadoras. El problema podría ser una incompatibilidad entre Blogger y algunos navegadores, al menos eso sugirió mi padre porque sí pueden verse si se navega con el Internet Explorer, pero no si se navega con el Google Chrome ni en algunos casos si se navega con el Firefox; sin embargo en otros casos sí se ven con el Firefox, así que tal vez sea un problema de pluguines... qué sé yo. Busqué ayuda en el Blogger y pregunté en el Foro pero hasta ahora no respondió nadie. Si logro encontrar la respuesta ya la compartiré.

Esta cuestión me hizo decidirme a abrir el canal de You Tube de gotamarina y a partir de ahora subir todos mis siguientes videos vía You Tube (una opción que traté de evitar hasta ahora, pero parece que será lo más simple, y de paso gotamarina se expande por la web). Va bien con lo nuevo, son algunos pasos más pero no importa, ya hice eso con los dos últimos, pero el problema es ¡todo lo anterior! Hice un recuento y tengo más de 40 videos subidos a través del Blogger a lo largo de estos dos años y medio. No les voy a mentir: contenta con todo esto no estoy, me embola que Blogger permita una opción que no funciona tan bien como se espera y ni siquiera lo avise, pero bueno, me ha dado tantas alegrías el ser bloggera, que no me voy a quejar (no demasiado), a los amigos se les perdonan las pifiadas, no?

Con la revisión me di cuenta de que también cuatro videos que había insertado desde You Tube fueron suprimidos, la mayoría por problemas de licencia, así que ahora tengo que buscar otros para reemplazarlos, y quién sabe si encuentro otros así! Si el problema es de licencia, no habrá nada parecido (un trozo de Casablanca, un trozo de El septimo sello, etc etc).

Suerte que me di cuenta de esto en las vacaciones, de todas formas tengo tantas cosas pendientes para hacer que me llevará meses solucionarlo.

En fin, manos a la obra... ya sabemos todo lo que se consigue con paciencia y con saliva.

El arte de la elegancia según Manuel

La semana pasada fuimos con Manuel a visitar el Museu dels Volcans de Olot. Antes de salir, cuando nos vestíamos, le dije a Manuel que se pusiera lindo porque nos íbamos a pasear, y me dijo que quería ponerse ropa que combine. Le pregunté ¿que combine con algo o que combine entre sí? suponiendo que me diría que combine entre sí, con acierto porque muchas veces elijo yo su ropa y no me caracterizo por combinar acertadamente los colores. Pero Manuel me respondió ¡que combine con los volcanes!

Según él los colores que combinan con los volcanes son el rojo y el negro (creo que yo sugerí el marrón, pero él no lo mencionó). Buscamos en su vestuario de verano, que por lo general tira más a los colores claros, y encontramos una remera negra con dos rayas horizontales rojas y un pantalón negro (el pantalón negro es de temporadas anteriores, pero como crece mucho más de alto que de ancho, le sigue entrando de cintura aunque le quede de altura tipo pescador; entre eso y unas sandalias tipo birkenstock parecía un monje zen de esos que arreglan su jardín con piedritas y arena). Y ahora el detalle que marca a un dandy: ¡el calzoncillo también era rojo! No sólo eso, sino que se ocupó de señalárselo a su padre cuando lo vio vestido. Un verdadero dandy no descuida ningún detalle....

Y hablando de museos, unos días más tarde visitamos el Museu del Cinema de la ciudad de Girona y me gustó muchísimo. Si alguien lo tiene a tiro que no se lo pierda, vale la pena verlo (vayan con tiempo, yo me colgué mirando y leyendo todo hasta que nos echaron).

Burbujas

... o pompas de jabón, como quieran llamarlas.

Vendrían a ser gotas de aire, en cierto modo, ¿no?

¡Sigo con los videos!


Une fleur

Nuestra casa tiene, por llamarlas de algún modo, tres áreas verdes: el patio de adelante, el jardín de atrás, y el pasillo del costado. Este último casi no es un área verde, pero como buena parte del año está cubierto por las hojas de la vid que lo recorre en su totalidad, también lo agrego a la lista.
De las tres, nuestra preferida es el jardín de atrás, la única con suelo de tierra y pasto, la más grande, donde se impone el cerezo, enorme y central, seguido a cada lado por el olivo y el damasco, y más atrás la vid, los rosales, etc etc.
El patio de adelante tiene suelo de cemento y está más expuesto a la vecindad, por eso lo usamos menos, pero es muy agradable cuando cae la tarde en verano, porque atrás da todavía el sol y en cambio adelante la sombra trae algo de fresco. Está presidido por el níspero, a su lado pequeñajo el limonero, y tiene muchas otras buenas compañeras: una conífera, un arbolito de flores lilas y un arbusto de flores blancas, más rosales, el seto, etc.
Pero además alberga una gran sorpresa: unos tallos verdes, por los que no daría nada el resto del año, de golpe en verano florecen y dan al mundo unas flores de una belleza exquisita.
La primera vez que aparecieron no podía creer que hubiera aparecido algo así de la nada en mi jardín. Este año estaba sobreaviso, y cuando vi los primeros signos de su nacimiento nos dedicamos a fotografiarla; sabemos que dura poco.
Es tan bella que me siento cretina tratando de describirla, por eso mejor que hable por sí misma a través de sus retratos:






En los días de su nacimiento, desarrollo y caída, estuve pendiente de ella, y volvieron a mi mente los versos de Une fleur, en realidad los últimos diez versos del poema que son lo único que conozco gracias a la propuesta de Meteco en Pan de humo en septiembre del año pasado (la traducción es de Meteco):

Los diez últimos versos de Une Fleur, de Fernand Gregh

A peine elle vivra quelques matins d’été ;

Et pourtant, loin de l’homme et de sa turbulence,

Mieux qu’en de longs jours agités,

Heureuse, dans sa calme et brève somnolence,

Elle suspende la vie à sa sérénité.

L’instant au-dessus d’elle a l’air d’être arrêté;
Parfois même, on croirait entendre palpiter
Son vol fixé qui se balance…

Et le temps vient de mourir au bord de son silence,

Et l’on sent vivre en elle un peu d’éternité.


Una flor


Apenas vivirá algunas mañanas de verano

Lejos del hombre y de su vida turbulenta,
Libre de interminables días agitados,
Feliz, en su calma y breve somnolencia,
La vida pende de su serenidad.
El instante que la sobrevuela parece detenido;

Incluso a veces, se creería oír palpitar
Su vuelo fijo que se balancea…

Y el tiempo viene a morir junto a su silencio,

Y se percibe en ella un poco de eternidad.

Por lo que entiendo el poema habla de una flor más sencilla que la mía, una flor silvestre y campesina, o al menos eso imaginé yo las primeras veces que lo leí. Mi flor es sofisticada y elegante como se imagina a sí misma la rosa del Principito, y como él yo me quedo fascinada mirándola y cuidándola de las corrientes de aire (tigres y baobabs por acá no tenemos). Pero algo hay en la delicadeza de la flor que me parece en sintonía con la delicadeza del poema.




Fotografías y video: yo (¡primera vez en mi vida que uso el MovieMaker!) con música de Rubén Botas.