El sábado fuimos al mar. El domingo nos quedamos en casa. Nublado, empezó a llover a la tarde, y cuando nos fuimos a dormir a la noche seguía lloviendo. Al otro día me levanté como todos los lunes de invierno, en la oscuridad total, salí para el trabajo en la noche matinal, y descubrí que lo que se había juntado durante la noche no era lluvia... sino nieve! Sobre el seto de la entrada, sobre los autos estacionados en la calle, sobre los escombros de la obra que están haciendo: montoncitos blancos acumulados durante la noche. La vereda totalmente helada, bajé la marcha después de un par de patinones, entré al trabajo sin saber lo que de verdad había, y cuando me asomé horas después, ya con el sol de la mañana, descubrí que el baldío de enfrente estaba también blanco!
Después de la nieve vino un dia espléndido, super límpido y radiante, así que cuando salí del trabajo ya se habían derretido todas las blancuras.
LIBROGS - Mis libros en el éter informático
Me expando en la ué como gayeta en el agua
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1 comentario:
hola...hace tanto tiempo que no pasaba.... pero me voliv a enganchar!! no poudo dejar de leer y me dio mucho extrañamientooooo
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