No basta con construir los propios sueños, hay que permitirse habitarlos.
Y me pareció una frase de póster, cosa que no la invalida, me sigue pareciendo verdadera y sugerente, pero así formulada entra en el género del póster. Algo así decía Bajtin: estamos atravesados por géneros discursivos, nuestras palabras se amoldan a ellos, porque tienen que caer en algún género (ya veo que tengo que releer a Bajtin para poder explicarlo mejor). Y mi idea se convirtió en póster.
Tan de póster me pareció que me dio ganas de meterle una foto abajo, y cuando imaginé la frase con foto me sonó parecida a otras que he visto en tanto lados, por lo tanto exportable, como tantas otras frases que se desprendieron de su dueño y texto de nacimiento como una hoja otoñal y se nos aparecen en lugares por demás disímiles. Me dio ganas de lanzarla al mundo a ver qué pasa, me la imaginé danzando por el éter informático quién sabe hasta dónde, de pantalla en pantalla, hasta verla llegar a mis ojos por algún vericueto inesperado. (Hace muchísimos años atrás se nos había ocurrido lanzar a correr una "leyenda urbana" totalmente inventada, a ver cuánto tardaba en dar la vuelta y que alguien nos la vuelva contar asegurándonos que le había pasado a su primo cuando sabíamos que la habíamos inventado... pero ganó la fiaca y jamás hicimos el experimento. Lo bueno de internet es que uno puede invertir muchos menos minutos en probar algo así.)
Así que puse en marcha la prueba. Hice el póster, y para empezar el experimento lo metí en mi muro de feisbuc y lo compartí en el muro de algunos amigos. No sé si conviene el feisbuc o un pps por mail para mi experimento, pero me resisto al pps, que lo haga otro. Ser transformado en pps anónimo es casi lo mejor que te puede pasar para ser difundido a esta altura de la vida moderna, pero no me caen simpáticos.
2 comentarios:
a los 30 minutos ya había sido compartida por un amigo.
6 días más tarde la tía de una amiga española a quien había enviado esto usó mi poster para promocionar a su sobrina y darle ánimos (supongo que la tía no sabe quién soy yo, usó el poster porque le gustó la idea). Además de los amigos que lo compartieron y despues sus amigos lo compartieron, no son muchos pero algunos hay, y ya no puedo rastrearlos.
Publicar un comentario