Brevemente: ¡hoy cumplimos un año de retornados!
Y quiero festejar y hablar de lo que siento, pero tengo tantas cosas impostergables que hacer en estas horas que me resulta imposible ponerme a escribir como quisiera, menos aún salir a parrandear.
Dejo nota al paso acá, prometiendo volver (como la murga).
Estaba todo empantanado y en los últimos días se empezó a mover. La Negra dice que es así porque ahora es el Año Nuevo: para los pueblos originarios (linda forma moderna de hablar de la gente de acá) el año nuevo es en el solsticio de invierno, eso de que el año empiece en el verano es "importado", me dijo la Negra. Me parece muy acertado, se parece a lo que dice el I Ching sobre el invierno: cuando todo parece muerto en realidad se está gestando la nueva vida. Todo estuvo estancado los últimos meses, y de golpe justo antes del solsticio todo empezó a fluir, y sigue moviéndose vertiginosamente. Tal como hace un año dimos el gran paso. Y hoy celebramos haber vuelto a casa y estar en familia.
LIBROGS - Mis libros en el éter informático
Me expando en la ué como gayeta en el agua
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