Cuando leí la contraportada me sedujo la historia: es sobre Jemmy Button, un yámana llevado a Inglaterra por Fitz Roy en el primer viaje del Beagle, a quien intentaron educar, "civilizar", evangelizar, y luego devolvieron a su tierra con la intención de que sirviera de nexo entre Inglaterra y los habitantes del sur.
Y cuando hojée el libro para decidir si lo pedía prestado o no, me atrapó su estilo: ¡está muy bien escrito!
Así que se lo pedí a mi amiga y lo leí en estas vacaciones, y al meterme dentro del libro me pareció un enorme hallazgo el personaje-narrador: hijo de una mujer criolla y de un soldado inglés de las Invasiones Inglesas que se quedó en la tierra que intentó invadir y se afincó en ella de por vida; de su madre aprendió todo por la piel, de su padre aprendió la lengua inglesa, a leer, y el amor por el mar, por la literatura y por Inglaterra. Por lo tanto, al quedar huérfano en medio de la Pampa decide irse al mar y llegar a Inglaterra, gracias a lo cual está en el Beagle cuando los ingleses se encuentran con Jemmy Button.
Me sentí muy identificada con este narrador, por la dualidad que transmite: ama la literatura inglesa, ama los libros, se deslumbra por Inglaterra, pero necesita los espacios libres, el silencio, la austeridad de la pampa y a ellas vuelve. Por esta dualidad logra empatizar totalmente con Jemmy, y presentarlo de la mejor forma en que puede verlo un occidental.
Me gustó muchísimo este personaje porque al leer el libro sentí
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