Nos volvemos a ver después de dos, cuatro, veinte años y, más allá de los cambios de escenografía o vestuario, nos descubrimos iguales a nuestro recuerdo. Como si los años transcurridos nos hubieran pulido, pero sin alterar ninguna fibra esencial. Con más arrugas, menos pelo, más panza o culo y menos pulgas, pero intactos. Intacta, incluso, La Mirada, cuando la hay.
(Una digresión: el Irlandés Errante dijo: ahora que te vuelvo a ver, me acuerdo de tu costumbre de mirar fijo. Me hizo acordar al Uruguayo Que Me Propuso Casamiento La Misma Noche Que Me Conoció, que dijo: no puedo mirarte, tu mirada es muy fuerte; pero no sé si se referían a lo mismo.)
Yo, que me sentí renacer tantas veces, que me sentí revolucionada y convulsionada hasta la metamorfosis, que me sentí diferente a mí misma, parida por mí misma, exploradora de regiones inaccesibles de mi propio ser, y al final del viaje reencarnada, que supuse que a todo el mundo le pasa lo mismo, me encuentro con amigos a los que no veo hace veinte años y los siento iguales a sí mismos. Nada de lo que dicen me sorprende, salvo, de tanto en tanto, algún detalle anecdótico. Por reciprocidad, supongo que a ellos les pasa lo mismo conmigo. Con algunos hablamos sobre esto y coincidimos. Como si lo que hubiéramos intuido cuando nos conocimos y compartimos nuestras vidas fuera lo fundamental, lo que nos hace saber que veinte años después vale la pena volver a verse.
Nunca creí en esencias, ni mía ni de nadie, pero parece que existen. Dejo a mis nuevos amigos filósofos, y a mi hermana también filósofa, la oportunidad de aportar lo que quieran sobre esto, pues estoy segura de que se han planteado interrogantes aún más fecundos y habrán obtenido mejores respuestas que las mías y míos. Yo, por lo pronto, sólo puedo narrar lo que siento.
A los veinte años nos sentimos listos para lanzarnos al mundo, a los treinta descubrimos que ya no valoramos las cosas igual que a los veinte, a los cuarenta nos descubrimos iguales a cualquier momento posible. Pero ¿qué sentiré a los cincuenta, a los sesenta, a los setenta?
LIBROGS - Mis libros en el éter informático
Me expando en la ué como gayeta en el agua
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1 comentario:
time goes by
life is always flowing
still water is dead water
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