LIBROGS - Mis libros en el éter informático
Me expando en la ué como gayeta en el agua
Manuel poeta
"Mirá la estrella vespertina y la Luna, cómo se aman... cómo se aman, porque están muy cerca."
Extraña forma de vida
Estranha forma de vida
Foi por vontade de Deus
que eu vivo nesta ansiedade.
Que todos os ais são meus,
Que é toda a minha saudade.
Foi por vontade de Deus.
Que estranha forma de vida
tem este meu coração:
vive de forma perdida;
Quem lhe daria o condão?
Que estranha forma de vida.
Coração independente,
coração que não comando:
vive perdido entre a gente,
teimosamente sangrando,
coração independente.
Eu não te acompanho mais:
para, deixa de bater.
Se não sabes aonde vais,
porque teimas em correr,
eu não te acompanho mais.
Amàlia Rodrigues
La Tierra según Caetano
Terra
Quando eu me encontrava preso na cela de uma cadeia
Foi que vi pela primeira vez as tais fotografias
Em que apareces inteira, porém lá não estava nua
E sim coberta de nuvens
Terra, Terra,
Por mais distante o errante navegante
Quem jamais te esqueceria?
Ninguém supõe a morena dentro da estrela azulada
Na vertigem do cinema mando um abraço pra ti
Pequenina como se eu fosse o saudoso poeta
E fosses a Paraíba
Terra, Terra,
Por mais distante o errante navegante
Quem jamais te esqueceria?
Eu estou apaixonado por uma menina terra
Signo de elemento terra do mar se diz terra à vista
Terra para o pé firmeza terra para a mão carícia
Outros astros lhe são guia
Terra, Terra,
Por mais distante o errante navegante
Quem jamais te esqueceria?
Eu sou um leão de fogo, sem ti me consumiria
A mim mesmo eternamente, e de nada valeria
Acontecer de eu ser gente, e gente é outra alegria
Diferente das estrelas
Terra, terra,
Por mais distante o errante navegante
Quem jamais te esqueceria?
De onde nem tempo e nem espaço, que a força mãe dê coragem
Pra gente te dar carinho, durante toda a viagem
Que realizas do nada, através do qual carregas
O nome da tua carne
Terra, terra,
Por mais distante o errante navegante
Quem jamais te esqueceria?
Na sacadas dos sobrados, das cenas do salvador
Há lembranças de donzelas do tempo do Imperador
Tudo, tudo na Bahia faz a gente querer bem
A Bahia tem um jeito
Terra, terra,
Por mais distante o errante navegante
Quem jamais te esqueceria?
Caetano Veloso
Hansel y Gretel - El regreso
Estaba escuchando una vez más el disco de Laurie Anderson y cuando escuché por enésima vez en mi vida la parte de Hansel y Gretel
Hansel and Gretel are alive and well
And they're living in Berlin
She is a cocktail waitress
He had a part in a Fassbinder film
And they sit around at night now
drinking schnapps and gin
And she says: Hansel, you're really bringing me down
And he says: Gretel, you can really be a bitch
He says: I've wasted my life on our stupid legend
When my one and only love
was the wicked witch.
me di cuenta de que cada vez que escucho a Laurie me imagino a Hansel y Gretel como un matrimonio en decadencia, sentados en un bar berlinés una noche de verano, emborrachándose y dejando morir el tiempo sin ya mucho que decirse,
pero de golpe caí en la cuenta de que... ¡Hansel y Gretel eran hermanos!
El problema es mío, no de Laurie. Del hecho de que Laurie le haga decir a Hansel "desperdicié mi vida en nuestra estúpida leyenda cuando mi único amor fue la bruja", no se deduce necesariamente que según la "estúpida leyenda" el verdadero amor de Hansel debería ser Gretel. Es curioso cómo a pesar de saber desde mi más tierna infancia que son hermanos, cada vez que escucho a Laurie me imagino un matrimonio hundiéndose, y no otra cosa.
Entonces me acordé de un texto de Hernán Casciari que me envió mi viejo por mail tiempo atrás, que se llama El móvil de Hansel y Gretel. Casciari es el autor de ese texto tan copado sobre el mate que debe de haber llegado a todas las bandejas de entrada de los argentinos y uruguayos radicados en el exterior, y que me hizo caer lágrimas de emoción cuando lo leí, que (me enteré gracias a Elvira) pertenece al blog de Casciari "Más respeto que soy tu madre" y que les recomiendo muchísimo porque es super divertido, me hizo saltar lágrimas de risa en varias ocasiones. Además de divertido Casciari es inteligente y escribe bien, y tiene otro blog donde está publicado esto del móvil y también ideas interesantes sobre los blogs, etc.
Bueno, volviendo a lo de Hansel y Gretel, el texto comienza diciendo que una noche le estaba contando el cuento de Hansel y Gretel a su hija de cuatro años, y que en el momento de mayor clímax narrativo (los niños perdidos en el bosque, los pájaros que comieron las miguitas de pan que les ayudarían a volver a casa, etc), la nena le dice : "No importa. Que lo llamen al papá por el móvil".
A partir de ahí Casciari especula sobre cómo habría sido la literatura si siempre hubieran existido los móviles y todo lo que implican; cómo tantas tramas narrativas famosas hacen agua si el protagonista tiene un móvil en el bolsillo, porque, según él "Un enorme porcentaje de las historias escritas (o cantadas, o representadas) en los veinte siglos que anteceden al actual, han tenido como principal fuente de conflicto la distancia, el desencuentro y la incomunicación." Y de ahí hace una extrapolación a nuestras vidas, concluyendo que ya nadie se lanza a aventuras románticas como cruzar los mares en busca de su amada o cosas así, porque primero intentaría enviarle un mail o un SMS, porque en la era de la hiperconexión "nos hemos convertido en héroes perezosos".
Cuando lo leí, me dije qué bien, tiene razon, muy cierto, qué inteligente.
Pero unos días más tarde me di cuenta de algo y le escribí a mi viejo antes de irme a dormir:
se equivocó el del móvil, porque lo espeluznante de Hansel y Gretel no es que se pierdan en el bosque sino que sus propios padres los llevan al bosque para perderlos y abandonarlos, asi que aunque hubieran tenido un movil los viejos no los habrian rescatado... tengo sueño, despues sigo pensando.
Como escuché decir muchos años atrás en una clase de la Facultad: una de las funciones de los cuentos de hadas es enseñar a los niños que existen los peligros: que al final los hermanos se juntan, pero que puede pasar algo que los separe; que al final todo termina bien y hay que tener confianza en el mundo, pero también existen las desgracias y los peligros y hay que cuidarse.
¿Y a dónde iba yo con todo esto?
A esto: hay textos tan subyugantes, están tan bien construidos y/o sus imágenes son tan poderosas, que les otorgo mi credulidad, como cree un creyente, y ante ellos me inclino. Pueden hacer que mi mente permanezca dividida, y así por una lado sé que Hansel y Gretel son hermanos y por el otro me los imagino pareja decadente.
Un comentario para Fernando: a veces, es posible, la autora de algunos de estos textos soy yo misma, son "textos" mentales, pero operan con el mismo encantamiento.
Y un comentario para Pepo: no sé en qué estado estoy, últimamente, ya no logro distinguir si dibujo sobre mis percepciones textos venturosos que las reescriben línea por línea, o estoy en la niebla.
Hansel and Gretel are alive and well
And they're living in Berlin
She is a cocktail waitress
He had a part in a Fassbinder film
And they sit around at night now
drinking schnapps and gin
And she says: Hansel, you're really bringing me down
And he says: Gretel, you can really be a bitch
He says: I've wasted my life on our stupid legend
When my one and only love
was the wicked witch.
me di cuenta de que cada vez que escucho a Laurie me imagino a Hansel y Gretel como un matrimonio en decadencia, sentados en un bar berlinés una noche de verano, emborrachándose y dejando morir el tiempo sin ya mucho que decirse,
pero de golpe caí en la cuenta de que... ¡Hansel y Gretel eran hermanos!
El problema es mío, no de Laurie. Del hecho de que Laurie le haga decir a Hansel "desperdicié mi vida en nuestra estúpida leyenda cuando mi único amor fue la bruja", no se deduce necesariamente que según la "estúpida leyenda" el verdadero amor de Hansel debería ser Gretel. Es curioso cómo a pesar de saber desde mi más tierna infancia que son hermanos, cada vez que escucho a Laurie me imagino un matrimonio hundiéndose, y no otra cosa.
Entonces me acordé de un texto de Hernán Casciari que me envió mi viejo por mail tiempo atrás, que se llama El móvil de Hansel y Gretel. Casciari es el autor de ese texto tan copado sobre el mate que debe de haber llegado a todas las bandejas de entrada de los argentinos y uruguayos radicados en el exterior, y que me hizo caer lágrimas de emoción cuando lo leí, que (me enteré gracias a Elvira) pertenece al blog de Casciari "Más respeto que soy tu madre" y que les recomiendo muchísimo porque es super divertido, me hizo saltar lágrimas de risa en varias ocasiones. Además de divertido Casciari es inteligente y escribe bien, y tiene otro blog donde está publicado esto del móvil y también ideas interesantes sobre los blogs, etc.
Bueno, volviendo a lo de Hansel y Gretel, el texto comienza diciendo que una noche le estaba contando el cuento de Hansel y Gretel a su hija de cuatro años, y que en el momento de mayor clímax narrativo (los niños perdidos en el bosque, los pájaros que comieron las miguitas de pan que les ayudarían a volver a casa, etc), la nena le dice : "No importa. Que lo llamen al papá por el móvil".
A partir de ahí Casciari especula sobre cómo habría sido la literatura si siempre hubieran existido los móviles y todo lo que implican; cómo tantas tramas narrativas famosas hacen agua si el protagonista tiene un móvil en el bolsillo, porque, según él "Un enorme porcentaje de las historias escritas (o cantadas, o representadas) en los veinte siglos que anteceden al actual, han tenido como principal fuente de conflicto la distancia, el desencuentro y la incomunicación." Y de ahí hace una extrapolación a nuestras vidas, concluyendo que ya nadie se lanza a aventuras románticas como cruzar los mares en busca de su amada o cosas así, porque primero intentaría enviarle un mail o un SMS, porque en la era de la hiperconexión "nos hemos convertido en héroes perezosos".
Cuando lo leí, me dije qué bien, tiene razon, muy cierto, qué inteligente.
Pero unos días más tarde me di cuenta de algo y le escribí a mi viejo antes de irme a dormir:
se equivocó el del móvil, porque lo espeluznante de Hansel y Gretel no es que se pierdan en el bosque sino que sus propios padres los llevan al bosque para perderlos y abandonarlos, asi que aunque hubieran tenido un movil los viejos no los habrian rescatado... tengo sueño, despues sigo pensando.
Como escuché decir muchos años atrás en una clase de la Facultad: una de las funciones de los cuentos de hadas es enseñar a los niños que existen los peligros: que al final los hermanos se juntan, pero que puede pasar algo que los separe; que al final todo termina bien y hay que tener confianza en el mundo, pero también existen las desgracias y los peligros y hay que cuidarse.
¿Y a dónde iba yo con todo esto?
A esto: hay textos tan subyugantes, están tan bien construidos y/o sus imágenes son tan poderosas, que les otorgo mi credulidad, como cree un creyente, y ante ellos me inclino. Pueden hacer que mi mente permanezca dividida, y así por una lado sé que Hansel y Gretel son hermanos y por el otro me los imagino pareja decadente.
Un comentario para Fernando: a veces, es posible, la autora de algunos de estos textos soy yo misma, son "textos" mentales, pero operan con el mismo encantamiento.
Y un comentario para Pepo: no sé en qué estado estoy, últimamente, ya no logro distinguir si dibujo sobre mis percepciones textos venturosos que las reescriben línea por línea, o estoy en la niebla.
Encontré mi mantra
Prueben:
a la noche
apaguen todas las luces eléctricas
enciendan una o dos velas, o más si quieren
escuchen esta canción
tantas veces como les venga bien
anímense, canturreen la melodía:
la la la la lalalala, la la la la lalalala, la la la la lalalala, la la la la lalalala,
todas las noches durante por lo menos una semana
a ver qué pasa.
Bonus track: Obnebur tocando Over the River en You Tube.
Fotografía: Nick Peef, Escaping to Paradise.
¡Nieve!
Como buena subtropical que soy, la nieve siempre me resultó fascinante: lejana, misteriosa, deseada e imaginada muy románticamente. Durante años infantiles desée conocerla en persona, pero mi deseo era muy difícil de ser cumplido. La conocí adolescente viajando por los Andes y los Alpes, ya caída y compacta; pero que nevara donde yo vivía era imposible de imaginar. Me deleitaba sabiendo que había nevado en Buenos Aires en 1918, y si alguna vez había nevado, podía volver a nevar.
Cuando nos fuimos a vivir a Valle Hermoso (en las Sierras de Córdoba, en Argentina), el primer invierno que pasamos nos regaló dos nevadas, la primera muy corta, pero la segunda una buena nevada que transformó el paisaje en un planeta blanco y tardó una semana en terminar de derretirse, y fue un regalo extraordinario, porque hacía 20 años que no nevaba donde vivíamos ni volvió a nevar en los siguientes 3 inviernos que pasamos ahí. En Salt hubo una pequeña nevada el primer invierno que pasamos, pero muy breve y de noche. Y después se dio el sueño de mi infancia, nevó en Buenos Aires, pero para entonces ya hacía muchos años que yo no vivía ahí y no pude disfrutarlo. Me resultó muy extraño que nevara en Buenos Aires y yo no estuviera ahí, me sentía en falta como si en el colegio me hubieran puesto un "Ausente".
Hoy nuevamente amaneció nublado. Como es costumbre en nuestra casa desde que Manuel tiene dos o tres años, cada 5 de enero dejamos junto a una ventana nuestros zapatos, un cuenco con agua y otro con algún vegetal comestible o bien pasto y yuyos del jardín para los camellos de los Reyes Magos, y en una mesita tres vasitos pequeños con alguna bebida espirituosa para los mismos Reyes, que ellos también tienen que reponerse de tanto viaje. Y cada 6 de enero nos levantamos los tres juntos y corremos a fijarnos qué pasó, y siempre encontramos los rastros de su presencia: los vegetales mordisqueados o bien el pasto desparramado por ahí, el agua más vacía y salpicado el suelo, los vasitos usados, y sobre nuestros zapatos (especialmente sobre los de Manuel), ¡regalos! ¡Qué felicidad maravillosa ver la carita de Manuel exaltado de felicidad con la venida de los Reyes!
Hoy fue igual, y como enseguida se puso a llover nos quedamos en casa, armando los juguetes que los Reyes habían dejado a Manuel, y jugando con ellos, encuchados. Llovía, llovía, llovía, y al mediodía de golpe me di cuenta de que la lluvia no caía igual, de que la lluvia no era lluvia, de que... ¡estaba nevando! Propiamente dicho supongo que era aguanieve, no nieve, porque apenas caía al suelo se deshacía y desaparecía, pero mientras flotaba por el aire era nieve, copos deshechos de nieve que volaban mágicamente... Lo que más me fascinó esta vez fue mirar lo diferente que cae la nieve de la lluvia: la lluvia cae recta, grave, mientras que la nieve cae volátil, errática, danzarina.
Siguió así por horas, nevando en el aire pero sin resultados en la tierra, hasta que hubo un rato a la tarde en que todo empezó a emblanquecer, parecía que se cubriría de nieve o ésas eran mis ganas, y entonces nos emponchamos y salimos a la calle a tocar la nieve y verla de cerca. No duró, al rato paró de llover/nevar y todo volvió a su color normal y no llegamos a ver blancos ni el pueblo ni nuestro jardín, pero por unas cuantas horas los Reyes nos regalaron una nevada hermosa.
Cuando nos fuimos a vivir a Valle Hermoso (en las Sierras de Córdoba, en Argentina), el primer invierno que pasamos nos regaló dos nevadas, la primera muy corta, pero la segunda una buena nevada que transformó el paisaje en un planeta blanco y tardó una semana en terminar de derretirse, y fue un regalo extraordinario, porque hacía 20 años que no nevaba donde vivíamos ni volvió a nevar en los siguientes 3 inviernos que pasamos ahí. En Salt hubo una pequeña nevada el primer invierno que pasamos, pero muy breve y de noche. Y después se dio el sueño de mi infancia, nevó en Buenos Aires, pero para entonces ya hacía muchos años que yo no vivía ahí y no pude disfrutarlo. Me resultó muy extraño que nevara en Buenos Aires y yo no estuviera ahí, me sentía en falta como si en el colegio me hubieran puesto un "Ausente".
Hoy nuevamente amaneció nublado. Como es costumbre en nuestra casa desde que Manuel tiene dos o tres años, cada 5 de enero dejamos junto a una ventana nuestros zapatos, un cuenco con agua y otro con algún vegetal comestible o bien pasto y yuyos del jardín para los camellos de los Reyes Magos, y en una mesita tres vasitos pequeños con alguna bebida espirituosa para los mismos Reyes, que ellos también tienen que reponerse de tanto viaje. Y cada 6 de enero nos levantamos los tres juntos y corremos a fijarnos qué pasó, y siempre encontramos los rastros de su presencia: los vegetales mordisqueados o bien el pasto desparramado por ahí, el agua más vacía y salpicado el suelo, los vasitos usados, y sobre nuestros zapatos (especialmente sobre los de Manuel), ¡regalos! ¡Qué felicidad maravillosa ver la carita de Manuel exaltado de felicidad con la venida de los Reyes!
Hoy fue igual, y como enseguida se puso a llover nos quedamos en casa, armando los juguetes que los Reyes habían dejado a Manuel, y jugando con ellos, encuchados. Llovía, llovía, llovía, y al mediodía de golpe me di cuenta de que la lluvia no caía igual, de que la lluvia no era lluvia, de que... ¡estaba nevando! Propiamente dicho supongo que era aguanieve, no nieve, porque apenas caía al suelo se deshacía y desaparecía, pero mientras flotaba por el aire era nieve, copos deshechos de nieve que volaban mágicamente... Lo que más me fascinó esta vez fue mirar lo diferente que cae la nieve de la lluvia: la lluvia cae recta, grave, mientras que la nieve cae volátil, errática, danzarina.
Siguió así por horas, nevando en el aire pero sin resultados en la tierra, hasta que hubo un rato a la tarde en que todo empezó a emblanquecer, parecía que se cubriría de nieve o ésas eran mis ganas, y entonces nos emponchamos y salimos a la calle a tocar la nieve y verla de cerca. No duró, al rato paró de llover/nevar y todo volvió a su color normal y no llegamos a ver blancos ni el pueblo ni nuestro jardín, pero por unas cuantas horas los Reyes nos regalaron una nevada hermosa.
Manuel astronauta
Manuel caballero
–Uy, Manu, voy a tener que hacerme un café porque tengo muchísimo sueño.
–Si yo supiera cocinar un café, te haría un café.
–Si yo supiera cocinar un café, te haría un café.
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